Siempre ha sido así. Sucedió con Felipe González y vuelve a pasar con ZP. El modus operandi habitual de esta gente es subir impuestos al ciudadano de a pie con una mano y ayudar a los amiguetes de las grandes empresas en función de intereses partidistas con la otra. A pesar de que la mayoría de la gente prefiere seguir mirando para otro lado, la realidad es que el presunto partido socialista obrero español jamás ha sido ni "socialista", ni "obrero" y últimamente, en vista de sus alianzas con los nacionalismos más radicales, ni "español". Está demostrado con datos y cifras que bajo los mandatos del PSOE es cuando hay más diferencia entre ricos y pobres en España.Todo esto viene al caso del último escándalo de esta calamidad de gobierno que nos ha tocado sufrir (a los que no les hemos votado, el resto se lo tiene bien merecido). Según publica hoy la prensa, el pasado mes de noviembre aprobaron a escondidas (a través de un pequeño párrafo al final de un Real Decreto) una importante rebaja fiscal para banqueros, altos ejecutivos de la banca y hasta sus familias. Del 43 al 18% nada menos. Y con carácter retroactivo para todo el 2008. Lo que viene siendo un aguinaldo navideño en toda regla. Debe ser para premiar lo bien que lo está haciendo toda esta gentuza del sector bancario, que ha trincado todas las ayudas gubernamentales sin que hayan repercutido lo más mínimo en los ciudadanos y, sobre todo, la pequeña y mediana empresa.
Ojo, que los del PP no son precisamente santos y también han ayudado a empresas afines cuando han tenido oportunidad. Pero por lo menos estos ya sabemos de qué pie cojean, no nos pueden engañar ni sorprender. No como la banda de ZP, que va de mentira en mentira y tiro porque me toca. Que le pregunten a Magdalenin Álvarez y el túnel del AVE hundido que intentó ocultar, a Corbacho (que contabiliza como afiliados a la Seguridad Social a los estudiantes de más de 16 años con seguro médico) o a Montilla, que fue a Japón a reunirse con la cúpula de Sony para salvar el mundo y a los pocos días la factoría de Viladecavalls anunciaba el despido de decenas de empleados.



