viernes, abril 24, 2009

YO TAMBIÉN QUIERO UNA

Esta semana el ayuntamiento de Sevilla ha aprobado concederle una calle a Pilar Bardem. Sus méritos, absolutamente ninguno. Aunque nació en la capital andaluza, nunca ha estado ligada a esta ciudad, y como actriz no ha destacado más que por su mediocridad. ¿Y entonces? Bueno, pues de alguna manera había que premiar a esta lagarta sectaria que lleva años comandando al lobby de la "ceja", cuya única misión ha sido y es machacar al PP a cambio de subvenciones para el destartalado cine español.
Lo cojonudo del tema es que se cargan la calle General Merry por tener reminiscencias franquistas, siguiendo las directrices de la ley de Memoria Histórica, cuando en realidad estaba dedicada al padre de dicho personaje, también general pero en la Guerra de Cuba. Es igual, les puede tanto el odio y el rencor, que no reparan en nada. 
Creo que de todo lo que ha hecho el PSOE, que ha sido mucho y malo, esto de la Memoria Histórica ha sido lo peor. Después de la Transición y 30 años de democracia, a qué coño viene despertar fantasmas del pasado. Ojalá pusieran tanto empeño en hacer frente a los 4 millones de parados.


lunes, abril 06, 2009

HACIA EL PENSAMIENTO ÚNICO

Lo peor que le puede pasar a una sociedad es el aborregamiento, que unos pocos marquen la pauta de lo que hay que pensar y hacer, y el resto obedezcan como ovejas al pastor. En Catalunya ya hace tiempo que se produce este fenómeno. El tripartito impone su pensamiento nacionalista y nadie les tose. Al medio que osa criticar le cierran el chiringuito. Y si algún grupo político alza la voz, mandan a unos cuantos radicales para sabotear el acto de turno y agredir a quien haga falta.
De un tiempo a esta parte la izquierda progre e intolerante pretende conseguir lo mismo en el resto de España. Para ello se han propuesto callar al único comunicador hostil, el único que les mete caña y cuenta las verdades que más les duelen. Lo triste es que parece que finalmente lo pueden conseguir.
Una campaña brutal de acoso y derribo contra la Iglesia y la colaboración de la acomplejada oposición gallardonita y marianil han provocado que a uno de los escasos periodistas independientes de este país le puedan cerrar el micro (aún a costa de que el medio en el que trabaja pierda la audiencia y se vaya a la ruina).
Podemos estar más o menos de acuerdo con el fondo y las formas del personaje (dicen que insulta, pero lo cierto es que le insultan muchísimo más a él), pero ¿esta es la sociedad que queremos? ¿es democrático y saludable silenciar al que piensa diferente? ¿está justificado cargarse la libertad de expresión y opinión cuando no nos gusta lo que oímos? Dicen que la diferencia entre una dictadura y una democracia es que en la primera el poder controla a los medios mientras que en la segunda los medios controlan al poder. Quizá deberíamos reflexionar sobre ello.