Por supuesto, a la jarcia de alimañas proetarras de Lazcano le ha faltado tiempo para empapelar todo el pueblo de carteles contra Emilio, amenazar a su familia, etc. Al final, han logrado su propósito y se tiene que largar. Eso sí, con la cabeza bien alta. Por lo menos ha tenido cojones de plantar cara a toda esa escoria cuyo concepto de libertad es cargarse al que opina diferente.
Como no, ZParo y el resto de fuerzas políticas a lo suyo. En lugar de sacar la cara por este tipo y regalarle una vivienda donde desee, que es lo que deberían hacer, le recriminan su actitud. Nuestro magnífico presidente ha dicho que "espera que ningún responsable político y ningún ciudadano respalde esa acción".
Y hablando de ETA, a Garzón se le ha vuelto a escapar un terrorista por falta de pruebas en el juicio. Claro, como no es del PP...