Contra todo pronóstico, España consiguió ayer el enésimo logro de la temporada, la
Copa Davis. Nadie daba un duro por ellos. Argentina, capitaneada por
David Nalbandián y
Juan Martín del Orto (que cara de bobo tenía en la grada), era la gran favorita, pero les pudo la presión y ni siquiera la turba de energúmenos que poblaban las gradas pudieron llevarles en volandas. En un horroroso cuarto partido, que en sus tiempos podían haber jugado y ganado Sergio Casal o Joan Balcells,
Fernando Verdasco se deshizo del inoperante
José Acasuso. En mi vida había visto a un tío fallar voleas tan claras.
Merece mención especial Feliciano López, que el viernes ganó un punto decisivo y en el doble también estuvo muy bien. Además, fuera de las pistas está hecho un playboy. El hombre de moda, sin duda (sin olvidar a Verdasco, que se pica a Ana Ivanovic).
También es justo y necesario acordarnos del gran Rafa Nadal y de todos los que han participado en eliminatorias previas. No se han llevado la gloria de la final, pero la copa también es suya. Vaya temporadita: Roland Garros, Wimbledon, Giro, Tour, Vuelta, Eurocopa, etc. Yo soy español, español, español...
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